Su voz es aquel rumor de olas que llega desde
donde no existen las costas
y los océanos vienen a abrazarte… a no dejarte
caer.
Más, sin embargo... caes.
Y durante la caída, en el abismo infinito de sus
ojos, se aparecerá delante de ti, de golpe para mostrarte una nueva especie de
dolor.
Un dolor que te quema los labios.
Dulce... Adictivo...
Me hace desear querer oírle de nuevo.
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