Ayer
solté una lágrima por ti, porque supe que te había perdido para siempre y no
voy a poder hacer que mi corazón vuelva a latir. Por favor vuelve, te pido que
vuelvas a quererme, o quizás a jugar a que me quieres y besarme como alguna vez
lo hiciste.
Cúmpleme
el sueño de niño, ese niño que dejó de ser feliz en el momento que dijiste
adiós. Si llegas a leer esto sabrás todo lo que daría por ti sin que yo lo haya
dicho, pero, por desgracia, ya será tarde.Recuerda
que siempre tendrás a alguien esperando por ti y que ese alguien no seré yo
precisamente, sino el tonto niño que fui.
-Te
quiero.