domingo, 24 de abril de 2016

Aeroplanos


Ella es mi chica de vuelos sin alfombra.
La del retraso de aviones de papel y accidentes ortográficos...

De quien me cuentan cuando me hablan de poesía.
¿Qué sabrás tú de estrellarse si nunca le has visto estar a nada de quitarse la blusa, cerrar los ojos y abrirlos tras el timbre de un despertador con apuro a ninguna parte y el golpe de una imagen con la cama vacía?

Y la realidad más dura es la que crea ella a punto.
Pues nunca creí en la magia,
hasta que la vi...
Irradiándola.

No me vengas con eso que las estrellas
y el romance de sus ojos,
si las estrellas no tienen novio.
Y la cruda sin bebida,
y la alucinación sin drogas,
y el jodido adicto en que me conviertes dándome los buenos días.
Mis vuelos son esa consecuencia del producto de sus sonrisas
y de accidentes...


mejor ni cuento de sus labios.

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