miércoles, 10 de septiembre de 2014

Vals: Tra i colori e la pelle

Desde que te conozco algunos colores ya no son iguales para mí; ya no temo al negro pues es donde ahora me haces compañía.
El rojo me dibuja un bosque confuso, que yo uso de pretexto para perderme y así encontrarme con el camino a donde te vueles loca si te toco.
El café ahora es estrella que me inunda las pupilas, el blanco me muerde los labios y se roba el control de mi cuerpo. Me enciende la piel, estimula el deseo y me invita a no dormir convirtiendo a la pasión en anfitriona de un baile solo para dos. En el que la respiración, los besos y gemidos son los instrumentos de una orquesta que entre los latidos desacompasados de nuestros corazones (que ahora es uno solo) componen éste Vals.

Yo tengo dos pies izquierdos y tú ganas de bailar.
En el rosa yo me pierdo y tú me miras sin mirar.

La noche con la que sueño se comienza a aproximar.
Y en tus labios sé que empieza lo que acabo de terminar.

Esto no es poema, es más bien una confesión.

Tinta, papel y sentimiento. Tú, mi pequeño gran amor.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Café y vida

Siempre he visto mi vida como una taza vacía.
Y nuestros errores y prejuicios como al café.
Para colmos para mí el café desempeña un papel importante en el trayecto del día.

Quizá deba dejar el café.
Pero no es sencillo dejar algo que me ha dado momentos tan agradables y conversaciones tan interesantes.
Sería una especie de suicidio.
O algo como terminar con una novia que
-aunque sabes que te hace daño-
terminas por querer mucho.

En casos extremos como el mío, la amas...

Y no creo que sea el único que piense así,
que en la vida uno sufre por gusto y placer.
Porque; ¿a quién no le gusta una buena taza de café?