Nunca te
dije lo mucho que siento por ti. Pero es que me gusta guardarme las cosas para
arrepentirme por las noches y tener un pretexto para no dormir.
Siempre me
ha gustado tener secretos.
Anoche
fabriqué una estrella con ganas de lanzarla desde lo más alto de un edificio
para que pidas un deseo.
Me gusta
arrojar cosas.
Esta noche
arrojaré el reloj por la ventana. Y aunque parezca un mal chiste, ésta se me
irá en un parpadeo sin que yo pueda siquiera escribir nada lo suficientemente
bueno para ti.
Normal.
El tiempo no vuela si
no lo arrojas por la ventana.
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